San Fernando, como tal, no tuvo un edificio de iglesia exclusivo. Si bien en el proyecto fundacional del Real Sitio se previó espacio en la plaza circular (de Fernando VI), para ubicar una Iglesia Colegiata dedicada al patrón del regio fundador. Lo cierto es que ni se proyectó ni se construyó tal edificio.
Para atender las necesidades religiosas de la nueva población en torno a la Real Fábrica de Paños, se habilitó la planta baja del ala norte de la fachada principal del edificio fabril, para allí ubicar una capilla, a la que se trasladaría la imagen de Nuestra Señora de La Purificación, de la que eran devotos los habitantes del ya deshabitado pueblo de Torrejoncillo.
Así, para significar tal función religiosa se añadió a la cornisa del cuerpo norte, una espadaña con reloj y campanil hecha de fábrica de ladrillo, y hoy desaparecida como bien atestiguan grabados de época y esta imagen de la década de 1960.
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