LA NUEVA DINASTÍA Y EL INICIO DEL SIGLO XVIII EN ESPAÑA.
Se inicia el S.XVIIl con una nueva dinastía monárquica: los borbones.
El primer Borbón Felipe V se encontró al llegar al trono un país sin industrias, cuyos mercados colonial e interior dependían de las importaciones. Así, la escasa industria que existía se reducía a unos pequeños talleres artesanos muy especializados que se denominaban gremios. El Estado, tiene que proteger e impulsar la vida económica y crear modelos de manufacturas (fábricas) para no depender de los productos europeos.
Se lleva a cabo una serie de reformas con las que se intenta una mejora en la economía, y como consecuencia el aumento y bienestar de la población. Por ello, Felipe V siguiendo el ejemplo de Francia, que había salido de la profunda crisis económica de finales del siglo XVII por la acción intervencionista del Estado, y con el fin de combatir la decadencia en que se encontraba la industria y el comercio en España, introduce el mercantilismo.
El mercantilismo es un sistema económico intervencionista y proteccionista. Intervencionista porque el Estado interviene en la economía con la intención de regularla y proteccionista porque levanta barreras aduaneras a las importaciones para proteger la producción nacional de la competencia de los productos extranjeros.
EL MERCANTILISMO
El mercantilismo aportó la fundamentación teórica que necesitaba el poder central en su insaciable necesidad de dinero para imponerse a los vasallos, a los señores feudales y a los súbditos de las colonias. La acumulación de dinero y de saldos favorables en el erario real era indispensable para sostener el brillante y lujoso espectáculo cortesano. Debemos recordar que los grandes palacios se construyen en este siglo: el Real Palacio de Oriente, Real Sitio de Aranjuez, Real Palacio de la Granja de San Ildefonso... siguiendo el esplendor de Versalles. La esencia del mercantilismo se reducía, por consiguiente, a la acumulación de oro, su lema era “vender mucho y comprar poco” y por consiguiente, el logro de una ventajosa balanza comercial se redujo a la tradicional importación de productos manufacturados europeos que tantos caudales indianos había sustraído a los intereses españoles.
Así pues, será el Estado quien impulse la economía a través de las manufacturas reales, empresas estatales que representan un modelo económico totalmente nuevo en España: la “fábrica concentrada”, en la que se reunía por primera vez un proceso completo de producción, y un trabajo colectivo y “en cadena”, en un único espacio arquitectónico a través de este nuevo concepto económico que intentó la superación de los deficientes resultados del proceso de trabajo en el sistema gremial entonces vigente, integrado por un conjunto de operarios que actuaba fragmentariamente, en diferentes talleres artesanales, en los que era imposible ejercer ningún tipo de control a lo largo del proceso de producción, disperso en diferentes espacios.
EL REAL SITIO DE SAN FERNANDO
Será durante el reinado de Fernando VI (1746-1759) cuando se elija el entorno de Torrejoncillo de la Ribera para establecer una fábrica de paños, a manera de sucursal de la de Guadalajara.
El lugar reunía las condiciones idóneas para su instalación: agua y leña. Pero también inconvenientes, era de titularidad privada, no existía población, ni materia prima... por ello deberían comprar el terreno y construir todo de nueva planta y atraer a la población, la materia prima, no era problema. Castilla poseía una gran ganadería desde tiempos ancestrales, nos basta con recordar la vieja institución de la Mesta. Pero ¿qué se hacía con la lana hasta entonces? Se exportaba e importaban productos textiles manufacturados, que era lo que el Estado con su política centralista quería evitar.
En el Archivo General de Palacio, Legajo 1265/4, se encuentra el documento de anexión de Torrejoncillo de la Ribera a la Corona en 1746.
Por real decreto del 29 de Junio de 1746 (...) el rey resolvió que para fines del Real Servicio y utilidad Pública se incorporase a la Corona y Real Patrimonio el lugar de Torrejón de la Ribera, sito en la del río Jarama, con todo su territorio, y edificios, Sotos, prados, río, fuentes, señorío, vasallaje y jurisdicción, alcabalas, cientos, millones, y todas las demás rentas (...) y así mando se ejecute dando al mismo tiempo equivalente proporcionado de bienes (...), pertenecientes a mi Real Patrimonio a él los que perteneciere el dicho lugar”.
Así fue como nació y las razones que lo motivaron el Real Sitio de San Fernando, germen ilustrado del actual San Fernando de Henares.
Plataforma Cívica San Fernando de Henares
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