Plataforma Cívica San Fernando de Henares - @Pcs
Es curioso que tengamos que volver a hablar de homofobia y violencia asociada a la misma en un país que en su ordenamiento jurídico considera iguales a todos los ciudadanos con independencia de su orientación sexual e identidad de género. Un país que hace más de 15 años que reconoció los matrimonios entre personas del mismo sexo, reconociendo los mismos derechos a esos ciudadanos como a cualquiera otros.
Sin embargo, una cosa es lo que reflejan las leyes, y otra la realidad social. En el campo de los avances sociales, siempre se corre el riesgo de INVOLUCIÓN, de retroceder en aquello ya conquistado y que creemos normal. Mantener derechos es como remar contra corriente, que cuando se deja de hacerlo, no sólo no se avanza si no que se retrocede.
El reciente CRIMEN de Samuel en Coruña, marca un punto de INFLEXIÓN en lo que viene siendo un claro crecimiento de los delitos de odio por razón de orientación sexual y de identidad de género. La homofobia, la LGTBIFOBIA, ha ido creciendo en los últimos años con cada vez más casos de agresiones, siendo el homicidio de Samuel, a manos de una MANADA al grito de "maricón de mierda" lo que ha hecho tomar conciencia tristemente tarde, de un problema que lleva tiempo latente, y que algunos siempre intentan "relativizar".
Toda violencia merece condena unánime, y la violencia HOMÓFOBA como la violencia de género, son graves problemas sociales que no pueden ni cuestionarse ni relativizarse tal como de manera absolutamente irresponsable, hacen determinados actores políticos.
Esta violencia ha de ser contestada por medio de su condena y repulsa, una acción firme de la justicia y concienciado y educando a los más jóvenes en valores de TOLERANCIA y RESPETO.
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