14.000 nuevas viviendas se construirán a lo largo de esta década (una nueva ciudad en sí) al sur de San Fernando y Coslada, entre La Cañada y la M-50.
"El Cañaveral" colindante, es otro de los sectores donde ya se construyen viviendas para albergar una población de hasta 50 mil nuevos vecinos. Ambos dos desarrollos sin alternativas de transporte público proyectadas actualmente, siendo el uso del vehículo privado lo que se fomenta en la zona.
LOS DESARROLLOS RESIDENCIALES DE COSLADA Y SAN FERNANDO PARADOS:
Sin embargo el desarrollo del Barrio del Jarama de Coslada (4000 viviendas) o el Ensanche de San Fernando entre el Hospital y el Barrio de Parque Henares (2000 viviendas) previa permuta con Madrid, siguen sin desarrollarse, pese a que se trata de desarrollos de menor tamaño, más racionales y planificados en continuidad e integrados en ambos municipios que forman una sucesión urbana, contando ya la zona con parte de la urbanización realizada, y oferta de transporte público con dos estaciones de metro (Henares y Hospital del Henares). Resulta cuanto menos "curiosa" esta particularidad, como también resulta curioso, que pese a la enorme oferta de suelo para vivienda de El Cañaveral y Los Cerros, entre ambos desarrollos se mantenga el tramo de infraviviendas de "La Cañada Real", sin que se haya tenido la voluntad de desafectar este tramo de la vía pecuaria como zona verde entre ambos desarrollos, realojando a sus residentes en parte del suelo urbanizado finalista previsto para vivienda social... lo cual da idea, del ansia especulativa de los promotores y de la falta de sensibilidad social del Ayuntamiento de Madrid gobernado por un PP ideólogo de este modelo de desarrollo. No en vano, dentro de la junta de compensación de Los Cerros hay varias promotoras ligadas a fondos de inversión extranjeros y otras ligadas a entidades financieras como el Banco de Santander... para seguir especulando y haciendo negocio con la vivienda.
Plataforma Cívica San Fernando de Henares aboga por un modelo de desarrollo urbano sostenible, acorde a las necesidades de la población, a escala humana y cuyo principal objetivo sea complementar y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de nuestras ciudades y pueblos. El disfrute de una vivienda digna es un derecho constitucional, que exige de políticas en materia de urbanismo, diferentes a las de dejar el desarrollo y diseño de nuestra ciudad y futuras extensiones de ésta, en manos de especuladores privados.
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