A pocos kilómetros de San Fernando y Coslada se encuentra lo que sería el equivalente a un pequeño "Real Sitio" promovido por la nobleza española en el siglo XVIII durante los últimos años del reinado de Carlos III. Se trata de la posesión de "Los Duques de Osuna" bien conocida como "La Alameda de Osuna" y su singular jardín histórico de "El Capricho" en el barrio de Canillejas.
En 1783, la duquesa de Osuna compra al Conde de Priego un primitivo jardín que convertiría en su "Versalles particular" en expresión suya. Lo transformó hasta convertirlo en el modelo más acabado de Villa suburbana neoclásica que tenemos en España.
El proyecto del Jardín se le encargó a Pablo Boutelau, ilustres jardinero real que trabajó en los jardines del Real Sitio de La Granja.
En 1787, además, contrató al jardinero de Versalles que trabajara para la reina de Francia María Antonieta (sólo dos años antes del estallido de la revolución), durante cuyo periodo se realizan obras con elementos arquitectónicos tales como el neoclásico "Templete de Baco".
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