Una historia de oportunismo político, negocio privado y vidas rotas.
Desde hace 15 años San Fernando de Henares vive un drama social que afecta a miles de vecinas y vecinos: la Línea 7b de Metro. Corría el año 2004, y la Comunidad de Madrid inició las obras para llevar el Metro al Corredor del Henares. La Línea 7 del metro, que en aquel momento llegaba hasta la estación Las Musas, fue extendida en un nuevo tramo denominado 7b.
El proyecto original extendía la Línea 7b hasta San Fernando de Henares pero durante su construcción el trazado fue modificado con la adición de dos nuevas estaciones (Jarama y Henares) entre la estación de San Fernando y la del Hospital del Henares. El 6 de Mayo de 2007 la por aquel entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, inauguró el nuevo trazado de metro que, casualmente, coincidía con la campaña electoral autonómica.
Pocos meses después comenzó la pesadilla.
Desoyendo el consejo de diversos ingenieros de la UAM y la UCM, una tuneladora de 9’40 metros horadó el suelo del municipio prácticamente a ciegas con el objetivo de unir el nuevo y flamante hospital con la Línea 7b. En 2008, apenas un año después de la inauguración, comenzaron a aparecer las primeras afectaciones en San Fernando de Henares: importantes grietas en varias viviendas del municipio.
En 2009 lo que parecía un problema aislado se reproduce en distintos puntos de San Fernando de Henares. Lo que para todo el mundo es algo preocupante, es negado sistemáticamente por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que decide mirar para otro lado. En 2010 las afectaciones pasan de viviendas particulares a instalaciones públicas municipales, afectando al Colegio Público Guernica. Resulta evidente que esto es un problema de todo San Fernando de Henares.
En 2008 se emitieron los primeros informes técnicos que alertaban del riesgo de colapso en el túnel y el entorno del trazado de metro. En 2009 nuevos informes remarcaban la extrema urgencia de actuar en el nuevo trazado. En 2012 el impacto de las obras del metro se amplían, ya no hay vuelta atrás.
Pese a las protestas vecinales y la preocupación creciente en San Fernando de Henares, la Comunidad de Madrid opta por parchear la situación con actuaciones que no resuelven el problema de fondo. En el año 2014 nuevas viviendas se ven afectadas. En 2015 el complejo ‘El Pilar’, que alberga importantes servicios públicos municipales, se ve afectado. El municipio pierde hasta su Escuela Oficial de Idiomas y el consistorio se ver forzado a desplazar otros servicios públicos. Hoy el complejo permanece cerrado.
En el año 2016 un nuevo informe de los técnicos de CAM señalaba: “se dejó transcurrir un tiempo excesivo desde que se manifestaron los primeros problemas y por ello el proceso de disolución y degradación del terreno evolucionó hacia extremos difícilmente reversibles”. Miguel Núñez, director de infraestructuras de la CAM: “no se puede afirmar que la Línea 7b haya funcionado correctamente, ya que tras la inauguración se han registrado patologías tanto en la estructura de Metro como en la superficie, y han afectado directamente a los vecinos”.
Era demasiado tarde. En 2017 la Comunidad de Madrid ejecutó un expediente sancionador de 15,1 millones de euros contra Dragados por defectos en la edificación del trazado. La obra original costó cerca de 600 millones de euros. Negocio redondo.
El año 2018 trae consigo nuevas afectaciones, esta vez en buena parte de la calle de la presa. En 2021 saltan todas las alarmas. Las afectaciones se multiplicaron y agravaron hasta puntos nunca antes vistos. Calles enteras están afectadas. Se desalojan y apuntalan viviendas. San Fernando de Henares se hunde ante la pasividad de Isabel Díaz Ayuso.
Tras más de una década de movilizaciones y presión de Plataforma de Afectad@s por Metro Línea 7B de San Fernando de Henares, integrada por entidades vecinales, sociales y políticas de San Fernando de Henares, se consigue el reconocimiento oficial de la responsabilidad por parte de la Comunidad de Madrid.... ¡13 años!.
Mientras todo esto ocurría los afectados y afectadas fueron abandonados a su suerte. El saldo tras tantos años de negligencia en la construcción y una decisión política sin criterio técnico son 36 familias que han perdido sus casas y más de 200 viviendas afectadas. En septiembre de 2021, el consejero de Transporter e Infracturas, David Perez, señaló que los edificios dañados serían rehabilitados, llegando a ser “los edificios más seguros de Europa”. Van a ser demolidos. Las familias fueron trasladadas a apartahoteles donde es imposible vivir.
La realidad es que los vecinos y las vecinas fueron trasladados con una mano delante y otra detrás -mediante un contrato de urgencia con coste de 500.000€- al polígono industrial de Las Mercedes, a 10-12km de San Fernando de Henares, a viviendas incompatibles con una vida digna.
El 20 de enero de 2022 más familias fueron desalojadas. Contraviniendo un acuerdo de desalojo para no repetir la anterior experiencia, Isabel Díaz Ayuso y David Pérez mandaron a los bomberos para desalojar nuevas casas. Sin previo aviso y de noche. Se presentaron a las 19:50h para verificar el vallado de seguridad. La intención real de la Comunidad de Madrid era desalojar a las familias para justificar un nuevo contrato de urgencia porque no tenían viviendas para un nuevo realojo ni podían prorrogar el anterior.
Cabe resaltar que se había aprobado una Proposición No de Ley, a pesar de la abstención del PP, que recogía un Plan Integran para cubrir las necesidades de todos y cada uno de los problemas derivados del metro. Este plan sigue sin ponerse en marcha.
La administración regional a día de hoy sigue sin garantizar soluciones reales. Se está actuando exclusivamente en la parte del municipio donde se concentran las viviendas que van a ser demolidas. Hay más de 200 repartidas por todo San Fernando de Henares que se siguen ignorando. Un drama inmerecido para unos vecinos cuyo único delito ha sido ser trabajadores y trabajadoras que con mucho sudor y esfuerzo han conseguido un hogar donde vivir y a los que la negligencia de la Comunidad de Madrid se lo ha arrebatado todo.
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