HISTORIA DE SAN FERNANDO EN IMÁGENES:
"LA ANTIGUA CASA CONSISTORIAL" (hoy Biblioteca Rafael Alberti)
EL EDIFICIO QUE MÁS METAMORFOSIS HA SUFRIDO EN APENAS 25 AÑOS.
La rehabilitación integral de 1981 de la Antigua Casa Consistorial que desde 1868 hacia tales funciones añadiéndole en 1950 la torre del reloj hoy desaparecida, fue abordada por los arquitectos Sebastián Araujo y Amparo Berlinches, se hizo según los parámetros imperantes en aquellos primeros años de la década de 1980 y reestructuró por completo el edificio dejando solo la envolvente del mismo.
El edificio se distribuyó en torno al patio con galería corrida abierta, cubierto por un lucernario en forma de pirámide acristalada. Se previó el salón de plenos dentro de las dependencias del edificio, si bien, nunca se habilitó la sala de plenos a tal fin y es por ello que se celebraban en el cercano auditorio del centro cultural Gabriel Celaya en la plaza de Fernando VI. La casa consistorial se quedó pequeña al poco de inaugurarse para acoger todas las áreas municipales y es por eso que se produjo una descentralización de concejalías en otros edificios distribuidos por el municipio.
La restauración tuvo como elemento singular que significaba el edificio para su función consistorial, en la torre del reloj. La torre original fue añadida en los años 50 del pasado siglo XX precisamente para eso, y se hizo de fábrica de ladrillo rematada con su campanil y pináculos en las esquinas, era un elemento emblemático que el nuevo proyecto reinterpretó con una nueva torre de estructura metálica cerrada en tramex que dicen que se iluminaba por las noches toda ella pintada de blanco y que integró el reloj (con nueva maquinaria) pero con la campana original. En las fachadas se respetó el ritmo de huecos original pero se decidió darle un acabado de enfoscado de mortero monocapa de color rojo terrizo, no se hizo por restaurar la fábrica de ladrillo original del siglo XVIII, seguramente porque estaba muy dañada.
LA RECONSTRUCCIÓN DE 2002 PARA CONVERTIR EL EDIFICIO EN BIBLIOTECA.
El proyecto de Enrique Hermoso Lera, del año 2002, que se inaugura en 2003 para nueva biblioteca municipal, toda vez que el edificio consistorial queda vacío al trasladarse las dependencias municipales al entonces llamado nuevo "Palacio Municipal" como Ayuntamiento y Centro Cívico tras la fachada monumental de la Real Fábrica de Paños. Vuelve a plantearse como una demolición casi completa de la restructuración de 1985, pues la distribución del edificio condicionaba el programa previsto para la nueva biblioteca y supone la demolición de la fachada original hacia la Avenida de La Constitución. Se restaura la composición original de las fachadas hacia la plaza y la fachada principal con las fábricas de ladrillo y encajonados de pedernal originales, sí bien, se trata de una "reconstrucción" de la misma adosada al muro original. Y en esta ocasión desaparece la torre del reloj, y es sustituida por el lucernario de la caja de escaleras que une todas las plantas del edificio en un mismo tramo lineal.
Es el edificio que más metamorfosis ha sufrido en el casco histórico y en buena medida, se trata de un edificio de nueva construcción que poco tiene que ver con el original. Esta experiencia es la que se extrapola, en cuanto a criterio de intervención, a la posterior actuación en el resto del conjunto de edificios de la plaza, donde no se respetó el parcelario histórico y se destruyeron elementos singulares de la misma, con una reestructuración radical que lleva a considerarlo más una reconstrucción moderna que una rehabilitación.
Es por ello que la Dirección General de Patrimonio haya propuesto descatalogar los edificios de la plaza, remitiendo los mismos a ordenanza tendente a preservar la volumetría, la composición y materiales en fachadas y cubiertas como constantes singulares del conjunto original en el que se inspiran.
Los bloques construidos en las traseras con unos 20 metros de fondo edificable y separados de los edificios "históricos" con frente a la plaza por una calle peatonal de 8 metros de ancho. Implicaron una volumetría superior para poder dar un aprovechamiento en los patios traseros que, según valoraron, cubriera los costes de rehabilitación de los edificios con frente a la plaza... hoy es de referir esto con cierta "ironía" pues ya sabemos lo rentable que nos ha salido a todos los contribuyentes de San Fernando este proyecto, mal planteado desde el principio.
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