28 de agosto de 2024.
Las ilustraciones que se exponen del Real Sitio de San Fernando de Henares, dibujadas a los 19 años en base a cartografía catastral de finales del siglo XIX por el hoy vecino y delineante Luis Ángel Zas Rodríguez . Son de significativo valor, porque muestra en tres dimensiones una planificación urbana muy característica de las poblaciones industriales del periodo Ilustrado, con un diseño que refleja las ideas de orden, funcionalidad y proximidad al lugar de trabajo, bajo un concepto integrador entre la vida urbana y el entorno natural.
* Elementos destacados en las ilustraciones:
1. Estructura organizada en torno a una fábrica central:
- La fábrica de paños es el núcleo de la villa, y su forma cuadrada y de dos plantas le otorga un carácter dominante en el paisaje. Esta centralización del edificio industrial refleja el papel crucial de la fábrica en la vida económica y social de San Fernando de Henares en ese periodo.
- Las casas de los operarios dispuestas en dos brazos alrededor de la plaza principal subrayan la importancia de la proximidad entre la vivienda y el lugar de trabajo, lo que era típico en las fábricas del siglo XVIII.
2. Plazas y espacio público:
- La presencia de dos plazas: una más cuadrada frente a la fábrica y otra circular, indica un esfuerzo por integrar espacios abiertos y de socialización en la planificación urbana, fomentando la convivencia y la vida comunitaria.
- El diseño geométrico, con trazados muy simétricos, es indicativo de la influencia de las ideas ilustradas en la arquitectura y el urbanismo de la época.
3. Conexiones con el entorno natural:
- Los paseos arbolados que parten de la plaza circular hacia la vega del río Jarama muestran una clara intención de integrar la naturaleza en la vida cotidiana de los habitantes. Estos caminos no solo tenían una función práctica de conexión con las explotaciones agrícolas circundantes ordenadas de manera racional, sino que también ofrecían un entorno agradable para el ocio y el esparcimiento.
- Este enfoque de conectar el núcleo urbano con el paisaje natural, especialmente con la vega del río Jarama, sugiere una planificación consciente de la interacción entre el espacio construido y el entorno natural.
4. Entorno rural y agrícola:
- El olivar que rodea la villa muestra que, aunque la actividad industrial era central, la agricultura seguía siendo una parte importante del sustento económico. Los olivares no solo ofrecían un paisaje ordenado y productivo, sino que también reflejaban la autosuficiencia y el vínculo con la tierra de la comunidad.
5. Simetría y orden Ilustrado:
- La organización simétrica de los edificios y los espacios públicos es representativa de los ideales urbanísticos de la Ilustración, donde el orden y la racionalidad eran elementos clave. Esto se ve en la disposición exacta de los edificios y los paseos arbolados, que crean un sentido de armonía y control en la relación entre el ser humano y su entorno.
Estas ilustraciones reflejan un modelo de ciudad industrial que, aunque basada en la producción y el trabajo, también integra la vida comunitaria y el entorno natural de manera armónica. La planificación meticulosa y la atención a la simetría son indicativos de una época en la que la racionalidad y el orden eran principios rectores del urbanismo.
San Fernando de Henares fue concebido no solo como un espacio de producción industrial, sino como una comunidad autosuficiente con una conexión íntima con la naturaleza, lo que marca una diferencia significativa con respecto a la planificación industrial posterior, que tendió a segregar la vida industrial de la vida urbana y rural.
Esta combinación de industria, urbanismo ordenado y entorno rural lo convierte en un ejemplo temprano y avanzado de planificación urbana integral.
La construcción del Real Sitio de San Fernando de Henares entre 1746 y 1748 revela una obra urbanística de gran envergadura y planificación, que responde al ideal ilustrado de la época. Este corto periodo de tiempo para erigir la villa sugiere un enfoque eficiente y organizado, probablemente bajo la dirección del Real Cuerpo de Ingenieros creado por Felipe V. Este tipo de planificación acelerada era típica de los proyectos de la Ilustración, que buscaban implementar rápidamente ideas reformistas y modernizadoras.
1. Eficiencia y planificación centralizada:
- La construcción en solo dos años indica un proyecto bien financiado y con recursos significativos, impulsado por la Corona. Para lograr este ritmo, se habrían utilizado técnicas constructivas avanzadas para la época y una fuerza laboral considerable, el coste de todo ello, que consta en fuentes de la época, rondaría hoy los 70 millones de euros.
2. Símbolo del poder ilustrado:
- Proyectos como San Fernando de Henares, promovidos en tiempos de la Ilustración, no solo eran iniciativas urbanísticas, sino también políticas y económicas. Se buscaba demostrar la capacidad del Estado para reorganizar el territorio, fomentar la industria y mejorar las condiciones de vida de la población.
3. Funcionalidad y pragmatismo:
- El diseño compacto y funcional de la villa sugiere que, desde el inicio, su construcción fue guiada por principios pragmáticos: maximizar la eficiencia del espacio y facilitar la vida de los trabajadores. La cercanía entre la fábrica, las viviendas y las áreas rurales responde a la idea de una comunidad autosuficiente y eficiente.
4. Importancia de la fábrica:
- La rapidez de la construcción también resalta la urgencia de poner en funcionamiento la fábrica de paños. Dado que la industria textil era un sector clave en el siglo XVIII, la fábrica se habría considerado una inversión estratégica para el crecimiento económico y la creación de empleo en el país.
En conclusión:
La construcción del Real Sitio de San Fernando de Henares entre 1746 y 1748 fue un logro significativo de la ingeniería y el urbanismo ilustrado. Esta villa no solo sirvió como centro industrial, sino que también se convirtió en un símbolo de la capacidad del Estado para moldear el territorio y mejorar la vida de sus habitantes. La rapidez y eficiencia de su edificación reflejan el espíritu de modernización y progreso característico del siglo XVIII.
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